Estados Unidos tiene fama de ser un crisol de razas. Ningún grupo étnico en Estados Unidos está creciendo tan rápido como el de los hispanos y su impacto en el sureste del país, y a nivel nacional, se está sintiendo en diversas áreas de la sociedad y de la economía.

October 29, 2015
Inside Plaza Fiesta, a Hispanic-oriented shopping mall in metro Atlanta.Todas las fotos de este artículo pertenecen a Lela Somoza

Nota del Editor: Este artículo también está disponible en Inglés y Portugués.

Hoy más que nunca, la descripción de Estados Unidos como un crisol de razas se torna más real. Para el año 2044, el país tendrá como mayoría a las minorías, es decir, más de la mitad de la población estará conformada por una raza o un grupo étnico minoritario. Ese punto de inflexión llegará incluso antes para las nuevas generaciones. Para el año 2020, más de la mitad de los niños de todo el país pertenecerán a un grupo minoritario, según las proyecciones de la Oficina de Censos de Estados Unidos.

Los hispanos, que representan la minoría más numerosa, están impulsando una buena parte de este cambio hacia una sociedad multicultural. (En éste artículo y en los audios de las entrevistas, los términos hispanos y latinos se utilizan de manera intercambiable). Cuando el Censo del año 2010 reveló que la población hispana en el país crecía rápidamente, tomó por sorpresa hasta a los demógrafos. El censo mostró que los latinos llegaban a un total de 50.5 millones y eran responsables por más de la mitad del crecimiento de la población del país entre los años 2000 y 2010 (ver el cuadro).

Esa tendencia no solo ha continuado sino que se ha acelerado. Recientes estimaciones muestran que en julio de 2014, la población hispana había superado los 5 millones conformando aproximadamente el 17 por ciento de la población de Estados Unidos. Además, se proyecta que para el año 2060 esa cifra llegará a representar más de una cuarta parte de la población, es decir, 119 millones de personas, según la Oficina de Censos de Estados Unidos.

Los factores que impulsan el papel de los hispanos en el crecimiento de la población estadounidense y, en consecuencia, en el mercado laboral. Por un lado, la población hispana tiende a ser más joven y más fértil que la población en general. La media de edad de los hispanos, 28 años, es mucho menor que la media de edad para la población en general, 38 años. Al mismo tiempo, la población de raza blanca en todo el país (77 por ciento de la población de Estados Unidos, según información del censo) está envejeciendo rápidamente y su crecimiento está mucho más lento.

Esa es una de las razones por la que el demógrafo e investigador principal de la Institución Brookings, William Frey, cree que la llamada "explosión de diversidad" del país está sucediendo justo a tiempo. En el libro que lleva el mismo nombre, Frey indica que "será absolutamente necesario contar con una población minoritaria cada vez más diversa e interconectada globalmente para llegar a infundir vitalidad a la envejecida fuerza laboral estadounidense y lograr mantener poblaciones de otras partes del país que enfrentan problemas de disminución de poblaciones".

Inside Plaza Fiesta, a Hispanic-oriented shopping mall in metro Atlanta.

Ciertamente, esta inyección de jóvenes trabajadores está ayudando a Estados Unidos a evitar algunos de los retos inminentes por los que pasan otras naciones con poblaciones que envejecen. Por un lado, los economistas declaran que el crecimiento más lento de la fuerza laboral limita el potencial del crecimiento económico. Una población más joven y en crecimiento favorece a una economía más amplia aumentando la demanda por viviendas y otros bienes, e inyectando una nueva generación de innovadores y empresarios dentro de la fuerza laboral.

No obstante, los desafíos relacionados con esta tendencia de cambios demográficos se hacen evidentes. La población hispana tiende a rezagar a la población en general, especialmente a la de raza blanca, en algunos factores de medición socio-económicas tales como el logro escolar y el ingreso familiar. Aún más, los trabajadores hispanos están concentrados en un pequeño número de industrias y, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS por sus siglas en inglés), tienen aproximadamente la mitad de las posibilidades de los trabajadores de raza blanca de trabajar como administradores o profesionales.

Puede sorprender a algunos el saber que el incremento de la población hispana proviene de fuentes naturales, es decir, nacimientos menos muertes. Efectivamente, el flujo de inmigrantes se ha detenido en los últimos años, principalmente debido a la Gran Recesión y a los controles fronterizos más estrictos. Como resultado de eso, los nacimientos en Estados Unidos son responsables por más de la mitad del crecimiento de la población hispana desde el año 2000 hasta el 2010. (Ese crecimiento natural supone un fuerte contraste con el período de 1980 y 2000, cuando la inmigración era una mayor fuerza impulsora del crecimiento de la población hispana). Esa tendencia se ha fortalecido desde el último censo. Por ejemplo, desde el año 2012 al 2013, los nacimientos son responsables por más de tres cuartos del crecimiento de la población hispana, según el análisis realizado por el Centro Hispano Pew.

El sureste como nuevo destino de los hispanos

Aunque la mayoría de los hispanos estadounidenses residen en nueve estados (Arizona, California, Colorado, Florida, Illinois, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, y Texas), en el sureste también hay algunos destinos donde se establece esta población hispana que crece tan rápidamente.

Desde el año 2000 hasta el 2010, la población hispana de la región aumentó a más de 2.3 millones, cifra cercana al 70 por ciento de aumento. Esta cifra global impresiona pero enmascara un aumento mucho mayor a nivel de estado (ver tabla). Por ejemplo, la población hispana en Alabama, Mississippi y Tennessee se ha duplicado, colocándolos entre la población de más rápido crecimiento en el país. (A pesar del fuerte crecimiento, la población hispana en dichos estados permanece pequeña en términos absolutos). Mientras tanto, el número de hispanos en Georgia casi llegó a duplicarse con más 900,000 personas, convirtiéndolo en el décimo estado con mayor población hispana.

Principales países de origen 'del sudeste Unidos para los inmigrantes hispanos en 2014

Top Countries of Origin for Hispanic Population in 2014, Alabama
Top Countries of Origin for Hispanic Population in 2014, Florida
Top Countries of Origin for Hispanic Population in 2014, Georgia
Top Countries of Origin for Hispanic Population in 2014, Louisiana
Top Countries of Origin for Hispanic Population in 2014, Mississippi
Top Countries of Origin for Hispanic Population in 2014, Tennessee

Fuente: Oficina de Censos de E.E. U.U., Oficina de Estadísticas Labores de E.E. U.U.

La composición de los "nuevos" destinos hispanos difiere de otras comunidades más tradicionales de la zona este de Estados Unidos, declaró el director del Centro de Investigación Pew, Mark Hugo López. Considerando que los cubanos, portorriqueños y sudamericanos conforman la mayor parte de la población hispana en Florida, López señaló que los mexicanos, y en menor proporción, los centroamericanos, conforman una gran proporción de la población hispana en Georgia, Tennessee, y otros destinos de rápido crecimiento en el sureste. Los hispanos en estos estados suelen ser nacidos en el extranjero.

El boom inmobiliario en el sureste de Estados Unidos y el rápido crecimiento económico previo a la Gran Recesión atrajo a muchos inmigrantes hispanos hacia esa zona. Según un informe del Centro de Investigaciones Pew, las sólidas condiciones "funcionaron como un imán para atraer a una población compuesta mayormente por hombres jóvenes, nacidos en familias latinas, que estaban dispuestos a migrar en búsqueda de oportunidades económicas". El informe continua exponiendo que aunque esas tendencias no eran exclusivas para dicha región, estaban ocurriendo con "gran intensidad a lo largo de una diversidad de comunidades, rurales, pequeños pueblos, suburbios y grandes ciudades". Efectivamente, los trabajadores hispanos llegaron en grandes cantidades tanto a las grandes ciudades como a los pueblos rurales, para suplir las demandas de mano de obra especialmente en el área de construcción, agricultura e industria manufacturera.

Los cambios demográficos que están sucediendo a lo largo del sureste de Estados Unidos no han estado libres de fricciones. Por ejemplo, en el 2011, Alabama y Georgia aprobaron leyes más rigurosas para contener la inmigración ilegal. Aunque una corte de apelaciones federal derogó algunas de las medidas más severas, estas leyes causaron preocupación entre los agricultores, contratistas y otros empleadores debido al potencial efecto de congelamiento de la economía de la región. Según las estimaciones del Centro de Investigaciones Pew, los inmigrantes no autorizados llegaron a alcanzar el 5 por ciento de la fuerza laboral en el 2012. Los cálculos del Centro de Investigaciones Pew muestran que los trabajadores indocumentados en el sureste tienden a concentrarse en el área de construcción y agricultura. Aunque las leyes pueden haber causado que algunos hispanos huyan a Georgia y Alabama, los datos indican que "relativamente hablando, estos todavía son estados de rápido crecimiento," manifestó López.

Los expertos dicen que a medida que las cifras demográficas del país continúen cambiando en esa dirección, los hispanos ejercerán una mayor influencia política y económica. Pero, ¿qué significará esa mayor influencia en el sureste y en el país en general, especialmente en la economía?

Los hispanos nacidos en Estados Unidos impulsan el crecimiento

Para comenzar, los hispanos, tanto aquellos nacidos en Estados Unidos como los inmigrantes, jugarán un rol cada vez mayor en la fuerza laboral. Los hispanos fueron responsables por cerca del 17 por ciento de la fuerza laboral de Estados Unidos a principios del 2015, según muestran los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés). Además, las proyecciones de esa agencia sugieren que en los próximos años, los hispanos representarán más del 25% de los nuevos ingresantes al mercado laboral, alcanzando los 31.2 millones en el 2022.

Dentro de Plaza Fiesta, un centro comercial orientado a los hispanos en el metro Atlanta.

Al igual que la población hispana de Estados Unidos en general, la porción hispana de la fuente de mano de obra también está conformada, cada vez más, por individuos nacidos en Estados Unidos. En el año 2013, los trabajadores hispanos ya no estaban conformados por una mayoría de inmigrantes, según el análisis de la información de la Oficina de Censos de Estados Unidos realizado por del Centro de Investigaciones Pew. López explica que "la mano de obra latina ha pasado de ser, hasta hace pocos años, mayormente nacida en el exterior, a ser ahora … mayormente nacida en el país, y eso representa un cambio importante comparado con lo que hemos visto en los últimos 20 o 30 años." Según López, ese cambio significa que muchos hispanos que recién entran a la fuerza laboral tendrán experiencias, culturales y de otros tipos, muy similares a la de otros trabajadores estadounidenses, y que efectivamente, una creciente proporción de individuos nacidos en el país, es decir, jóvenes hispanos que crecieron en Estados Unidos, están ingresando ahora al mercado laboral. "Estos individuos son estadounidenses. Tal vez sus padres sean inmigrantes o no, pero ellos representan a la mayoría de la fuerza laboral de Estados Unidos que es latina," declaró López.

Escuche la entrevista al director del Centro Hispano Pew, Mark Hugo López, declarando sobre los cambios en la población hispana.

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Nota del editor: Una transcripción de la entrevista con Mark Hugo López está disponible here.

Hispanos concentrados en sectores claves

Según el Centro Hispano Pew, cerca de la mitad de los hispanos trabaja en uno de los siguientes cuatro sectores: de construcción; de servicios de comidas, bebidas y alojamiento; comercio mayorista y minorista; y profesionales y otros servicios comerciales. Entretanto, los hispanos tienden a estar poco representados en los sectores de gobierno, educación y servicios de salud, según información recogida por la Oficina de Estadísticas Laborales. Los hispanos también tienen una pequeña participación en el área de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemática (CTIM) con trabajadores que integran la fuerza laboral en general.

A pesar de estar poco representados en algunos campos en expansión, los hispanos han destacado como empresarios. Antes de la recesión, muchos negocios de propiedad de hispanos fueron los que más rápidamente crecieron entre las pequeñas empresas, llegando a expandirse hasta más del doble de la tasa nacional de 18 por ciento, entre los años 2002 y 2007. Aunque el crecimiento de las pequeñas empresas de propiedad de hispanos tiene implicancias positivas para la economía y la comunidad hispana, estas empresas también tienden a afectar a otros establecimientos comerciales de propiedad de nacionales de raza blanca en lo que se refiere a ingresos y número de empleados. Cerca del 11 por ciento de los 2.3 millones de empresas de propiedad de hispanos en el año 2007 tenían empleados contratados, comparado con alrededor del 20 por ciento de empresas de propiedad de blancos.

La Oficina de Censos realiza encuestas a los propietarios de los establecimientos comerciales cada cinco años. Los resultados de la encuesta del 2012, que deberá publicarse muy pronto este año, brindará información para que los investigadores y otras personas interesadas tengan una mejor comprensión de cómo se sostuvo el empresariado durante la Gran Recesión y cómo se fueron recuperando lentamente.

Dentro de Plaza Fiesta, un centro comercial orientado a los hispanos en el metro Atlanta.

¿Estarán listos? La importancia de la educación

El papel que los hispanos desempeñan cada vez más en la fuerza laboral también genera nuevos desafíos y oportunidades para otras áreas de la sociedad. Tal como lo explicó López, "Saber cómo los jóvenes latinos llegan a ser adultos y en quiénes se convierten va a ser muy importante para determinar el éxito, no solo de la comunidad hispano latinoamericana, sino también para el país entero".

Mucho de eso se reduce a la educación, un tema destacado por López y por Frey de la Institución Brookings. La revista The Economist también estudiado sobre el tema en su reporte especial de Marzo de 2015, destacando que "si la población hispana de Estados Unidos en el año 2050 llegara a ser la misma que hoy en día, pero doblada, una gran aventura demográfica podría terminar muy mal," una observación realizada en parte debido a que el logro educacional es relativamente bajo entre los hispanos. Existen más chances que los hispanos abandonen la escuela secundaria que los de raza blanca, y es menos probable, comparado con otros grupos, que concurran a una universidad para estudiar una carrera de cuatro años. Los datos del censo muestran que cerca del 80 por ciento de hispanos con 25 años de edad o mayores no cuentan con un diploma de bachiller, comparado con cerca del 68 por ciento del promedio de los estadounidenses (aunque vale la pena resaltar que la tasa de deserción escolar entre los hispanos ha disminuido; ver gráfico).

Los niveles de educación relativamente bajos entre los hispanos limitan su éxito dentro del mercado laboral y dañan la economía porque contribuyen a ampliar la desigualdad de los ingresos y disminuir el gasto de los consumidores.

Lo que el Mercado laboral futuro necesitará

La brecha en el logro educacional está causando problemas porque coloca un obstáculo para el éxito económico y, a su vez, en la competencia económica de Estados Unidos. De acuerdo a las proyecciones de la Oficina de Estadísticas Laborales, 19 de cada 40 ocupaciones de rápido crecimiento en los próximos años necesitarán básicamente algún tipo de educación post-secundaria.

La buena noticia es que los jóvenes hispanos están comenzando a cerrar esa brecha educacional. López declaró: "Algo interesantes en los últimos años ha sido el surgimiento de matrículas en los centros de educación superior entre los latinos". Luego explica que eso sucede, en parte, debido al incremento en el número de hispanos preparados para asistir a las universidades, simplemente porque muchos de ellos han conseguido terminar sus estudios secundarios. La tasa de deserción escolar entre los hispanos de 18 a 24 años ha estado declinando constantemente durante varios años, llegando a disminuir hasta el 13.7 por ciento en el 2013, de 28 por ciento que era hace una década.

Dentro de Plaza Fiesta, un centro comercial orientado a los hispanos en el metro Atlanta.

Ese mismo año, 43 por ciento de los hispanos graduados de secundaria se matricularon en algún centro de enseñanza superior. Esa cifra fue ligeramente menor a la del año anterior que tuvo el 49 por ciento de estudiantes matriculados. (El año 2012 también marcó un hito porque el número de estudiantes hispanos matriculados superó, por primera vez, a las tasa de estudiantes blancos y afroamericanos). "Si damos una mirada a las decisiones de los recién graduados de secundaria que deciden ingresar a las universidades, veremos con agradable sorpresa que los latinos tienen las mismas chances de declarar que quieren matricularse en una universidad al igual que los estudiantes blancos o los afroamericanos en el semestre inmediato después de graduarse de la secundaria", resalto López. "Ese es un cambio enorme comparado con lo que hemos visto en los últimos diez años"

A medida que los hispanos avanzan en educación, Frey y otros especialistas expresan su preocupación acerca de si las comunidades están haciendo las necesarias inversiones para preparar a los futuros trabajadores. En ese sentido, Frey dice, "El hecho que tengamos una población joven que es muy diferente incluso a nuestras más recientes poblaciones en edad de trabajar, dice mucho de lo que tenemos que hacer para preparar a nuestra fuerza laboral para el futuro".

Si la expresión "la demografía es el destino" es cierta, entonces el mercado laboral estadounidense sufrirá enormes cambios en los próximos años, en tal magnitud que todavía no llega a ser comprendida. Pero, por mucho que el mundo occidental luche con una población que envejece rápidamente y se preocupe por el abastecimiento de jóvenes trabajadores, Estados Unidos se encuentra en medio de un cambio demográfico que, mayormente, dejará al país con una fuerza laboral joven y multicultural que está dispuesta a asumir los desafíos de la economía del siglo XXI.

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Escrito por Lela Somoza

Redactor de planta de Economy Matters